domingo, 13 de marzo de 2016

Un as bajo la ¨Manga" salva el partido de copa

Un as bajo la “Manga” salva el partido de copa.

Millonarios volvía en menos de una semana a jugar en el estadio de Techo, donde el domingo había caído contra Fortaleza, en un partido que no se le vio nada de futbol al equipo y donde un jugador juvenil de gran proyección llamado Kevin Salazar, destrozó la cadera de Quiñonez y Cadavid. Jugaba ante Bogotá F.C por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Águila.

El profe Israel desde el inicio jugó con un 4-2-3-1 con un centro delantero que no cumple esa función, como lo es Jorge Carrascal. Jugador joven de la cantera embajadora que juega como media punta, pero fue enviado a cumplir la función de 9. Dentro de las acostumbradas rotaciones, hay que resaltar el debut de Carlos Valencia, lateral derecho proveniente del Independiente Medellín, también se destaca la vuelta al arco azul de Ramiro Sánchez, después de más de seis meses. El parón que tendrá el equipo el próximo fin de semana obliga a Rubén Israel a poner algunos nombres importantes como lo son Cadavid, Machado (quien vuelve del ciclo pre-olímpico), Blanco y Núñez.

El encuentro comenzó sin muchas opciones para cada lado, el embajador comenzaba a tocar el balón pero sin un bloque de juego o sistema en progresión del ataque. Ante esto, Bogotá se hizo un poco más con el balón, pese a que las opciones de Millonarios vendrían por remates al arco sin mucho peligro de Mejía. En el minuto 19’ tras un centro de costado y una desatención en marca por parte de David Valencia, el juvenil de tan solo 16 años Jader Valencia la mandó a guardar. El conjunto embajador, no pudo encontrar el camino del ataque después del gol en su contra. No había un estilo marcado, ni elaboración de juego ofensivo. Hasta el minuto 44’ en una incursión por banda izquierda de Machado, Rojas y Carrascal, que finalmente definió el empate concretado por Núñez. Así terminaron las acciones del primer tiempo, con un Millonarios lleno de dudas en su estilo de juego y producción del mismo.

Para el segundo tiempo salió Rojas y entró Andrés “Manga” Escobar. Se evidenció un cambio de actitud en el equipo, con más llegada pese a no tener tanta profundidad ni un juego asociado al ataque. Hasta que en una jugada enredada en el área le quedó el balón a “Manga” y remató al palo derecho del arquero para decretar la remontada. Bogotá se vio sin reacción alguna para poder empatar y el partido finalizó dejando una sensación de amargura en la hinchada embajadora pese a la victoria. Los albiazules aún no tiene un estilo de juego y esto preocupa a una hinchada que está acostumbrada a un futbol de ida y vuelta y ofensivo. Cabe resaltar las alternativas que se tienen en especial con Carlos Valencia, tras la lesión de Lewis, tiene la posibilidad de hacerse un lugar en los once de liga.

Por: Sergio Cortés


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