Millonarios dio un golpe de
autoridad al ganar el derbi bogotano ante su rival de patio (2-0), sumando su
victoria número 116 en el historial de los clásicos de la capital y afianzando
su paternidad en los últimos seis encuentros. La hinchada embajadora acudió en
masa al coloso de la 57 y alentó hasta el final. Millonarios supo aprovechar la
coyuntura que vive el cuadro cardenal con la
situación de Omar Pérez, quien dijo que dejaba el club y Gerardo
Pelusso, que renunció en la mañana del domingo.
Al inicio del encuentro se
vio al local sin ideas para poder construir el juego y sin ninguna propuesta
clara de ataque en cambio, el cuadro cardenal estaba cómodo en el campo, con la
posesión del balón y las opciones de juego. Santa Fe aprovechaba su velocidad
para vulnerar el arco embajador y dejó desnudada las debilidades y la
desconcentración que predominaba en el equipo local, tiros al arco y un balón
en el palo. Pero el visitante no concretó sus opciones con jugadores como Di
Vanni, Jonathan Gómez, Rivas y el venezolano Seijas.
Millonarios comenzó a
explotar sus bandas y a corregir distintos errores, pero hasta el final del
primer tiempo llegó con peligro, tras un tiro de esquina, David Silva definió
de primera intención y concretó el primer gol del partido, un gol inesperado
por el trámite y el dominio cardenal durante gran parte del partido. Hay que
añadir el pésimo arbitraje que tuvo el central Gustavo Murillo y los errores
groseros del línea occidental. Muy erráticos en sus decisiones, nerviosos y
poco preparados para lo que es el clásico más importante del país.
La hinchada se encontraba
eufórica, cantándole dedicatorias poco gratas a su rival de patio. El momento
era preciso y Millonarios debía aprovechar la “turbulencia” que ocurría en el
rojo. El embajador inició con una actitud distinta a la del primer tiempo, con
solidez defensiva, la cual no se encontraba en el primer tiempo, a eso se le
suma un equilibrio por parte de la primera línea del medio campo.
La polémica se encendió tras un centro de
Núñez a Rangel, quien fue derribado por la espalda y el juez sancionó penal.
Estrada ejecutó al palo contrario de Castellanos y la victoria se veía más
cómoda para el azul. De ahí en adelante el encuentro fue de trámite para el
embajador, quien se dio gusto de tocar y “untar” el balón para deleite de los
hinchas azules, quienes colaboraron con el famoso “oleeee…”. Millonarios
termina la mitad del campeonato con un partido menos y en la cuarta posición
con 17 puntos y la posibilidad de asegurar pronto su clasificación a las
finales.
Por: Sergio Cortés
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